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Eduardo Matos Moctezuma, se incorporó a la Junta de Gobierno

  • Pertenece a ilustres instituciones del país como El Colegio Nacional, Seminario de Cultura Mexicana, Academia Nacional de Historia y Geografía, Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Academia Mexicana de la Historia, Sociedad Mexicana de Antropología, por citar algunas

Eduardo Matos MoctezumaEduardo Matos Moctezuma.

Eduardo Matos Moctezuma fue elegido por el Consejo Universitario General (CUG) de la Universidad Veracruzana (UV) como nuevo integrante de su Junta de Gobierno, en la primera Sesión Ordinaria de 2014 realizada el lunes 24 de marzo en el Museo de Antropología de Xalapa.

El destacado arqueólogo pertenece a las instituciones más ilustres del país como El Colegio Nacional, Seminario de Cultura Mexicana, Academia Nacional de Historia y Geografía, Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Academia Mexicana de la Historia, Sociedad Mexicana de Antropología, Sociedad Mexicana para el Estudio de las Religiones, Sociedad de Antropólogos del Caribe, y Asociación de Escritores de México.

Sus méritos académicos y la importante labor de divulgación de las ciencias antropológicas le han hecho merecedor de múltiples distinciones en Francia, Alemania, Venezuela, Estados Unidos y, por supuesto, México. Es miembro de diversos consejos editoriales, fue asesor del Instituto Nacional Indigenista y formó parte de la Comisión de Adquisiciones de Bienes Culturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes del Conaculta. Desde 1989 es coordinador del Corpus Precolombino, de la editorial Jaca Book de Milán, Italia.

Realizó estudios básicos en el extranjero y posteriormente en el Colegio Cristóbal Colón. Obtuvo el título de Arqueólogo en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y el de Maestro en Ciencias Antropológicas con especialidad en Arqueología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En 1960 inició su carrera dentro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como practicante en Ciencias Histórico-Geográficas que le permitieron participar en diversos proyectos y emprender otros más.

A partir de 1967 inició su carrera como funcionario en el INAH, primero como subjefe del Departamento de Monumentos Prehispánicos, instancia de la que después fue director de 1975 a 1977. En ese año, el director general de la institución, Gastón García Cantú, le confirió el máximo cargo en la especialidad de arqueología: la presidencia del Consejo de Arqueología, que ocupó hasta principios de 1978.

Como profesor de la ENAH, durante más de 30 años, contribuyó a la formación de varias generaciones de arqueólogos. En 1971 ocupó la jefatura de la Especialidad de Arqueología y en ese mismo año fue nombrado director de la misma, en la que años más tarde fundaría la Maestría en Arqueología.

Su amplia labor docente abarca también otros importantes centros educativos como la Escuela de Restauración, Conservación y Museografía “Manuel Castillo Negrete” del INAH; el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, el cual dirigió de 1982 a 1986; la Universidad Iberoamericana; el Centro de Investigación y Docencia en Humanidades del Estado de Morelos, y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Ha sido invitado a dar cursos en prestigiosas instituciones internacionales como la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, la Universidad de Colorado en Boulder, la Universidad de Puerto Rico, y en las universidades Complutense de Madrid y de Huelva, ambas en España, entre otras.

En cuanto a su labor como investigador, entre 1962 y 1964 tuvo bajo su responsabilidad en Teotihuacán la excavación del Palacio de los Caracoles Emplumados y la Zona 9, la Calle de los Muertos; en 1968 coordinó la investigación de la zona arqueológica de Tula. 30 años más tarde encabezó el Proyecto Especial Teotihuacán, realizando excavaciones en la Pirámide del Sol, cuyos principales alcances son haber determinado las dimensiones reales de la pirámide, así como el descubrimiento de la gran plataforma que la rodea por sus lados norte, sur y este.

Como parte del proyecto, fundó el Museo de la Cultura Teotihuacana y el Centro de Estudios Teotihuacanos. Su tercer gran proyecto se desarrolló a partir del hallazgo del monolito de la diosa Coyolxauhqui en las inmediaciones de las calles de Seminario y Argentina, el 21 de febrero de 1978.

Después del descubrimiento de la diosa, el 20 de marzo inició y coordinó el Proyecto Templo Mayor. El resultado final fue la liberación de siete etapas constructivas y cinco ampliaciones parciales del Templo Mayor, con sus elementos escultóricos adosados; el descubrimiento de más de 100 ofrendas depositadas en varios puntos del edificio y de las cuales provienen cerca de siete mil objetos arqueológicos, así como la excavación de seis edificios aledaños al templo principal como la Casa de las Águilas, el Adoratorio B y los templos rojos. En 1987 encabezó la fundación del museo.

En el mismo año impulsó un nuevo proyecto de investigación en la zona arqueológica de Tlatelolco y, en 1991, la incorporó a la estructura administrativa del Museo Templo Mayor, concretando de esta forma la relación de un sitio con el otro.

Se reconoce su gran labor de promotor, como lo demuestran las cerca de mil conferencias y ponencias que ha presentado, encabezando también la curaduría de exposiciones.

Por lo que hace a su producción bibliográfica, gran parte de la cual está dedicada a la cultura azteca y especialmente al Templo Mayor, incluye también infinidad de artículos para catálogos de exposiciones, revistas científicas y de divulgación y guías oficiales.

La otra vertiente importante en la bibliografía del arqueólogo concierne a la muerte en el México prehispánico, tema en el que destacan los libros Muerte a filo de obsidiana, Vida y muerte en el Templo Mayor, El rostro de la muerte, y Vida, pasión y muerte de Tenochtitlán.

Un tercer tema de su obra gira en torno a la historia de la arqueología mexicana. Con libros como Los dioses que se negaron a morir, Arqueología y crónicas del Templo Mayor y Breve historia de la arqueología en México, sólo por citar algunos.

La abundante bibliografía de Eduardo Matos Moctezuma suma 434 fichas que giran en torno al mundo mesoamericano examinado bajo las perspectivas arqueológica, antropológica, artística, histórica y etnográfica.

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