- Por sus propiedades y beneficios medicinales
- Joel Salomón Salas Praiz, presidente de la Sociedad Mexicana de Anonáceas, inauguró el VII Congreso Nacional de Anonáceas
- Aseguró que es necesario estudiarlas a fondo, descifrar a través de ellas mismas cuáles son sus bondades y capacidad de adaptación
Joel Salomón Salas Praiz, presidente de la Sociedad Mexicana de
Anonáceas, inauguró el congreso realizado en la UV.
Paola Cortés Pérez
En los últimos años, el sector comercial, industrial y farmacéutico se ha interesado en las anonáceas (Annonaceae) por sus propiedades como antihelmíntico, antipirético e insecticida, de ahí la importancia de que año con año productores, académicos y estudiantes se reúnan para compartir resultados de investigación y para la transferencia tecnológica en el cultivo de estas plantas.
En esta ocasión, la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Veracruzana es sede del VII Congreso Nacional de Anonáceas, que se desarrolla del 5 al 7 de noviembre, días en los que especialistas en la materia compartirán cuáles son sus beneficios medicinales, y se reflexionará, analizará y discutirá en torno a sus propiedades para el bienestar de la salud de los seres humanos.
Joel Salomón Salas Praiz, presidente de la Sociedad Mexicana de Anonáceas, acompañado de Gisela Ferreira, presidenta Internacional de Anonáceas, inauguró las actividades del encuentro este miércoles.
Comentó que actualmente es necesario fortalecer el trabajo de investigación con la colaboración y multidisciplinariedad, a fin de “conocer las bondades de las anonáceas, datos que desde hace millones de años han estado ocultos en el sistema informativo de éstas. Quizá ellas mismas tengan la respuesta a los grandes retos que enfrentan, por ejemplo su capacidad de adaptación al cambio climático”.
Cabe mencionar que las anonáceas son una familia de plantas integrada por más de 130 géneros con unas dos mil 300 especies que existen por los trópicos del nuevo y viejo mundo hasta llegar a Australia.
Se caracterizan por la disposición en espiral de estambres y carpelos, además de tener semillas con endospermo ruminado. La gran mayoría se puede encontrar en México, sobre todo en la parte sur, pues casi todas son de clima tropical. Existen frutos comestibles como el chirimoyo (Annona Cherimola) cuyo fruto es la chirimoya, el guanábano (Annona muricata) cuyo fruto es la guanábana, el anón (Annona squamosa) cuyo fruto es la anona, entre una gran variedad.
En la inauguración estuvieron presentes Rodolfo Viveros, en representación de Domingo Canales Espinosa, director general del Área Académica Biológico Agropecuaria; Reyna Hernández Coronado, coordinadora del Centro de Investigaciones Tropicales; Juan Carlos Noa Carrazana, director del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada; Gustavo Ortiz Ceballos, director de la Facultad de Ciencias Agrícolas.
Además, Romero Ruiz Bello, responsable del cuerpo académico Manejo Sustentable de Recursos Hortofrutícolas, y Librado Vidal Hernández, coordinador general del congreso.
En la página http://bit.ly/10ogyFQ se puede consultar con detalle el programa de actividades.
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