- En el Parque Natura se establecerá una población que tiene como finalidad generar diversidad de la especie Juglans pyriformis
David Sandoval
Estudiantes de la UV y boy scouts en el Parque Natura.
En el Parque Natura de Xalapa, estudiantes y académicos de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV) establecieron el pasado 12 de octubre un área de conservación de cedro-nogal (Juglans pyriformis), con la finalidad de preservar la mayor diversidad genética posible de dicha especie.
La académica Celia Cecilia Acosta Hernández detalló que hace un año inició el proyecto “Bases para la conservación de Juglans pyriformis: una especie amenazada” con fondos del Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep) otorgados a través de la convocatoria dirigida a ex becarios del mismo.
“Como parte de las acciones para la conservación de esta especie se gestionó ante la Secretaría de Desarrollo y Medio Ambiente (Sedema) el establecimiento de una plantación en el Parque Natura”, puntualizó Acosta Hernández.
Por tal razón sembraron 240 plantas que fueron producidas en el vivero de la USBI, a partir de semilla colectada en tres poblaciones naturales de Juglans pyriformis localizadas en Coatepec, Coacoatzintla y Huatusco.
Además de los alumnos universitarios, en dicha actividad participaron también niños y jóvenes del grupo Scout 8 Búfalo de Xalapa, a quienes los estudiantes explicaron la importancia de realizar la plantación para conservar la especie.
Acosta Hernández explicó a todos los presentes que el cedro-nogal es un árbol del bosque mesófilo montaña y la especie es endémica porque solamente se encuentra en determinadas regiones de la entidad. Desafortunadamente está clasificada como amenazada.
En ese sentido agregó que se sobreexplota por el valor de su madera y ello ha generado la disminución de sus poblaciones, “es una madera que no se ha sabido valorar en México, no obstante se han establecido algunas plantaciones en Veracruz, en realidad se sabe muy poco de la especie, de hecho sus hojas se utilizan como calmantes y anti-inflamatorios, tiene usos probados de manera empírica pero pocos estudios”.
La importancia de conservar
El equipo de estudiantes que sembró las plantas está conformado por: Eunice Ortiz Muñoz, Jorge Daniel Cornú García, José Santos Perúsquia Chávez, Daniel Rodríguez Solís, Ricardo Aldair Aquino López, Alejandro Quirino Villarreal y Félix Fiallo Ramos, alumnos de noveno semestre que fueron apoyados por Carlos Darío Polanco Medina, académico de la Facultad.
El objetivo de convocar a universitarios e integrantes de los boy scouts, puntualizó, “nos motivó a iniciar este trabajo como una acción en pro de una especie y también para hacer conciencia de la importancia de conservar nuestros recursos naturales, en ese sentido trabajar con niños y jóvenes es lo que más frutos nos puede dar”.
Desde hace siete años la docente trabaja con dicha especie, que fue su tema de tesis de doctorado, “cuando ingresé a la Facultad de Biología empecé a formar un grupo de trabajo con jóvenes muy interesados en participar” y como resultado se generó la presente actividad.
Félix Fiallo explicó a los niños y sus instructores la naturaleza de su labor, que realiza también como trabajo recepcional enfocado a los insectos-plaga que están relacionados con la especie; estos insectos a mediano y largo plazo pueden causar la muerte de las plántulas.
La especie Juglans pyriformis es endémica del país, en particular de los estados de Hidalgo, Chiapas y Veracruz, dentro de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059 de la Semarnat, se clasifica como amenazada y sus poblaciones son escasas. “Hoy en día se encuentran como individuos aislados, ésta es una de las razones del proyecto, porque queremos que haya una mayor diversidad de la misma especie y un flujo genético”, dijo.
En su trabajo recepcional se contempla el seguimiento de la plantación dentro del Parque Natura, es aquí donde los boy scouts participarán en la geo-referenciación de las plantas; posteriormente, como parte de la tesis, el universitario identificará las especies de artrópodos que puedan dañarla “porque no hay un solo dato de algún artrópodo que pueda causar el daño y la muerte de Juglans pyriformis en etapa de plántula”.
Como el árbol tiene importancia económica, con un valor maderable, es necesario estudiar las condiciones de su crecimiento y desarrollo para poder aplicarlo en las poblaciones que son utilizadas por las comunidades para elaborar muebles.
Cuando estas plantas sean árboles, dentro de 15 a 18 años, serán polinizadas y sus semillas podrán ser competentes para germinar, crecer y establecerse de mejor manera.
El universitario comentó que originalmente serían 80 plántulas en tres áreas diferentes, finalmente se logró un total de 240 individuos, compuestos por tres grupos de 80 individuos, cada uno proveniente de una región; “de repente me dijo la doctora Acosta que serían de tres procedencias diferentes, ya no es en un área abierta porque es importante conservar, ahora mi área de estudio es el Parque Natura”.
Fiallo explicó a los niños que cada individuo está etiquetado con un color distinto: rojo es para los individuos de Huatusco, amarillo para los de Coacoatzintla y azul para los provenientes de Coatepec.
La siguiente fase que forma parte de su proyecto consiste en monitorear las plántulas, se hará una selección de las plantas para posteriormente elaborar un registro de las distintas especies de artrópodos que pueden dañar a la planta.
Estudiantes son los responsables del proyecto
Los responsables de establecer la plantación de conservación son Daniel Rodríguez, José Perúsquia y Eunice Ortiz, reconoció la académica, porque a partir de la colecta de semilla en dos poblaciones durante el año pasado, en Coatepec y Coacoatzintla, “produjimos en sus tesis esa planta con diferentes protocolos y al año tenemos planta, que hoy sabemos claramente de qué árbol viene; ello se debe a que evaluamos cada árbol y colectamos su semilla, la beneficiamos y la produjimos a partir de diferentes protocolos; hoy esa planta proviene de tres poblaciones diferentes y pretendemos establecerla como una medida de conservación”.
Agregó que está comprobado mediante estudios de biología molecular que existe endogamia en las muestras, es decir, cuando quedan pocos individuos de una población y se reproducen entre ellos, entonces sus hijos, en este caso las plantas, nacen con algunos defectos.
Por su parte, Eunice Ortiz refirió que su trabajo es directamente con la semilla y enfatizó que la gran importancia del proyecto es la relación con su trabajo recepcional que lleva por título “Selección de árboles semilleros de Juglans pyriformis”.
La universitaria puntualizó que no se tienen registros de la calidad de la semilla, “lo que lleva a carecer de evidencias respecto a su desarrollo en campo, por eso estoy trabajando con la semilla y las características fenotípicas de los árboles, esto nos ayudará para saber qué árboles colectar para que llevemos estas semillas a plantar y que sean de calidad”.
Después de plantar se procedió a geo-referenciar cada planta y poder hacer el mapa de dónde quedaron, así como registrar su procedencia, a continuación se delimitará el tamaño de muestra, es decir, cuántas se van a monitorear; luego, en un tiempo de dos a tres meses la planta se establece, entonces se realiza un primer monitoreo de sobrevivencia.
“Como mencionó la doctora, lleva varios años trabajando con la especie y yo llevo un año trabajando con ella, de hecho con la doctora inicié mi tesis”, continuó Ortiz Muñoz, “lo que hicimos fue ir a campo, caracterizar fenotípicamente los árboles, colectar semilla de esos árboles y como resultado se produjo la semilla en vivero, justo hace un año fuimos a colectar la semilla, yo trabajé con dos poblaciones que fueron en Coacoatzintla y Coatepec, en el bosque mesófilo de ambas localidades”.
Daniel Rodríguez comentó que trabaja en la Área Natural Protegida (ANP) de San Juan del Monte que se localiza en Las Vigas, durante ocho años se realizó un saneamiento del arbolado y su labor consiste en evaluar el estado actual de la reserva.
Al respecto, Jorge Daniel Cornú García dijo que también trabaja la semilla, específicamente en tratamientos pre-germinativos, que consisten en generar un mayor porcentaje de germinación y con el objetivo de ayudar a que los encargados del vivero logren obtener una mayor producción.
“A diferencia de mis compañeros, yo trabajo en el Cofre de Perote en cuanto a la regeneración natural”, precisó Alejandro Quirino, “este proceso surge a partir de un incendio que hubo en la región de Tembladeras, en el municipio de Xico, y al evaluar la regeneración natural estamos contemplando más aspectos en los que involucramos a la misma comunidad, al participar ellos aprecian el valor que tiene la regeneración del bosque de manera natural”.
El universitario subrayó que para los habitantes del lugar, el bosque tiene un valor significativo porque su cuidado y su protección se hereda de padres a hijos, también se contempla el aprovechamiento de los recursos naturales de una manera que no afecte al bosque ni a la comunidad.
“Me siento entusiasmado por ver la participación de los pequeños y creo que es como transmitirles ese valor de cuidar el medio ambiente, creo que ellos están en una edad ideal para enseñarles cómo hacerlo porque es cuando más absorben el conocimiento, es muy grato compartirles todo lo que conlleva el reforestar, que esperemos lo sigan haciendo.”
Eunice Ortiz con un boy scout sembrando una plántula.
Estamos aprendiendo cosas nuevas: boy scouts
En cuanto a la participación del grupo de Scouts 8 Búfalo, Gabriela Vázquez Hernández, akela del grupo, manifestó: “Es interesante participar en un proyecto así porque nos aporta muchas cosas nuevas, sobre todo el crear la conciencia de la reforestación; nosotros tenemos como divisa dejar el mundo en mejores condiciones que como lo encontramos, por eso es importante inculcar eso en los niños, desde pequeños.
”Colaborar en el proyecto con la doctora Cecilia Acosta y los estudiantes es importante porque estamos también aprendiendo cosas, quizá hay tecnicismos que los niños no conocen pero que irán conociendo.”
Vázquez Hernández recalcó la importancia de contemplar un seguimiento de la actividad dentro del proyecto, “lo bonito de esto no es sólo venir a plantar un arbolito sino que se den cuenta que no es sólo sembrar, no es tan fácil, para que el árbol crezca pasarán años y ellos serán parte de ese proceso”.
Frutos a largo plazo
Acosta Hernández definió como expectativas de la presente estrategia que dentro de 10 a 14 años estas plantas produzcan fruto y se polinicen entre ellas para generar un entrecruzamiento y con ello la diversidad genética de la especie se recupere.
“Estos procesos son a largo plazo”, advirtió, “ya que cuando estos árboles estén en capacidad de polinizar es muy probable que tengan un acervo genético más amplio, porque existió el intercambio, que es el objetivo a largo plazo”.
En ese sentido Eunice Ortiz opinó que sembrar estas semillas a un año de trabajo en vivero “es una emoción, porque ya les decía ‘mis hijitas’, y al igual que mis compañeros que trabajaron con las otras plantas, ahora se están viendo los frutos y que puedan participar niños es muy satisfactorio”.
La universitaria apuntó que actualmente la Comisión Nacional Forestal colecta semilla pero se desconoce su procedencia, “el uso que le han dado a la especie no ha sido adecuado porque no sabemos dónde colectan la semilla y cuál es su destino, si la usan para fruto, particularmente si tendrán rendimiento; el propósito de mi tesis es precisamente eso: recomendar a quienes trabajan directamente con la semilla qué poblaciones pueden colectar y cuáles no, así como la forma de hacerlo, porque muchas veces no es de manera sistemática, no sabemos la calidad de la semilla, a fin de cuentas no queremos que tengan pérdidas en cuanto a tiempo y dinero”.
En relación con la participación de sus compañeros y de los boy scouts, Fiallo Ramos manifestó: “Me siento muy contento porque ayudas a la especie y siento que dentro de nuestra carrera debes de tener esa vocación, entonces el ayudar a una especie vegetal sin duda alguna es sumamente gratificante, tanto de manera profesional como personal. Posteriormente, en unos años que se logren establecer y ser árboles adultos y semilleros, sin duda alguna me sentiré muy contento de decir que yo planté esos arbolitos que siguen aquí, que siguen produciendo y dejan una mejor descendencia”.
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