- Chino mandarín, lengua fundamental para calificar en el mercado laboral
- Consiste en estudiar un año el idioma oficial del país, chino mandarín, en la CQUST y la BISU
Karina de la Paz Reyes
El Centro de Estudios China-Veracruz (Cechiver) de la Universidad Veracruzana (UV) informó que están abiertas las inscripciones para acceder a las becas que se ofrecen a través de la Dirección General de Relaciones Internacionales (DGRI), y estudiar un año el idioma oficial de ese país, el chino mandarín, en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Chongqing (CQUST) y la de Estudios Internacionales de Beijing (BISU).
La fecha límite para postularse es el 29 de mayo y las bases se pueden consultar en www.uv.mx/internacional/movilidad14/estudiantes/.
Desde hace varios años, la UV tiene convenios de cooperación con ambas instituciones chinas, y en el caso de la beca para estudiantes incluye alojamiento y libera de todo arancel a los aspirantes. Además esta casa de estudios cubre otros gastos requeridos.
La inscripción y solicitud de informes debe hacerse con Héctor Rangel Ramírez, coordinador de Movilidad Estudiantil y Académica de la DGRI, ubicada en Zamora número 25, en el centro de Xalapa. Teléfono (228) 8421700, extensiones 17656, 17658 y 17662, correo electrónico: hrangel@uv.mx
Al respecto, el coordinador del Cechiver, Aníbal Zottele, explicó que a través de estos convenios de movilidad estudiantil los alumnos regulares pueden aspirar a recibir una beca que prácticamente cubre todo los costos de un año de formación en idioma chino mandarín, “una lengua fundamental para calificar en el mercado laboral ampliando la calidad y diversidad de oportunidades”.
Añadió que esta movilidad estudiantil también se puede entender como la posibilidad de estar en un lugar del mundo donde se hará una experiencia individual y social única e irrepetible.
Además, remarcó, China como México son reservas culturales de la mayor antigüedad e importancia a nivel mundial y es un país que presenta varios aspectos de interés común con México como los fenómenos migratorios, el comercio internacional, la antropología, las energías renovables, las políticas sociales, la medicina tradicional.
Por lo tanto, el estudiante que participe un año para formarse en el idioma chino mandarín, encontrará además en el campo de su formación específica nuevas maneras de conocer, interpretar y aplicar las ciencias. “Aprender un idioma como el chino es especialmente una gran experiencia cultural porque ese idioma, como pocos, requiere para su comprensión conocer la rica experiencia social de la única cultura de grandes dimensiones que ha mantenido su identidad al menos durante los últimos cinco mil años”, concluyó.
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